LA MUNTONÀ

Así reza la canción "Habaneras de Cádiz" del ilustre cantautor granadino Carlos Cano y nosotros, La Fila La Muntoná, damos fe de ello (hablando en los términos religiosos en que hemos iniciado este ¿"post"?), pues el pasado Viernes día 1 de Febrero nueve componentes de nuestra ilustre formación montaron en una furgoneta rumbo a Cádiz, disfraz en ristre, con el único y exclusivo propósito de disfrutar de la tierra, de sus gentes y, como no, de esos famosos carnavales de Cádiz. El décimo componente llego en tren desde Madrid.. cosas del trabajo. La experiencia vivida fue inolvidable.
Después de un genial y divertidísimo viaje de ida (imagínense a nueve amigos encerrados en una furgoneta durante ocho horas, con tres cajas de cerveza, una caja de whisky y otra de ron, refrescos y comida para una semana...) y tras ocho horas de conducción, risas, chistes y anécdotas por fin llegábamos a la "tacita de plata", descarga de equipajes en el hotel y de tapas por la ciudad, fiesta, chirigotas, carnavaleros por doquier, gente sana, mas tapas, cervercitas, vinos, mas amigos, mas tapas, mas cervezas, mas vino.... laguna mental, borrón y cuenta nueva.

Sabado 2 de Febrero ¿Donde estoy...? ahhh! ¡En Cádiz!, pues a disfrutarlo, desayuno rápido y hacia la plaza del Ayuntamiento, gambitas, cerveceo, vinitos, tapas (Que vida ¿ehh? ¿Que ibamos a hacer diez tios perdidos pòr Cádiz?), por la tarde cafeteo y copeteo por el centro y al hotel a por los disfraces y... "voila" ya somos los Pocoyó de Alicante... Vuelta al centro y.... cervezas, vinos, copas... impresionante la cantidad de gente que había en Cádiz ese día, todos de buen rollo, gente super sana, cada uno con su disfraz, preguntando, explicando e incluso escenificando de que iba el disfraz y nosotros, como no podía ser menos, explicando y representando el motivo de nuestro disfraz... claro esta que aquellos que tienen hijos, sobrinos o primos pequeños nos conocían al instante, otros en cambio articulaban la aquella frase de.. "¿¿¿ustedes de que vais???", a lo que nosotros respondíamos raudos y contentos... ¡de Pocoyó!.. "¿¿de Poco.. que???... ¡De Pocoyó!.. y toda la explicación pertinente y esto los diez que íbamos cada 25 o 30 metros que intentábamos avanzar, así que no es de extrañar que a altas horas de la madrugada al vernos pasar la gente coreara eso de.. "Pocoyó Alicante, Pocoyó Alicante..".. .En fin que lo pasamos genial y dimos la nota en una ciudad ya notoria de por sí, hasta salimos en la televisión, concretamente en las noticias de Antena 3 del Domingo.

Lo peor del viaje... el temido regreso... nueve horas de"flagoneta", cansados, sin ganas apenas de hablar, con sueño, apretados, resacosos y con nueve horas de conducción por delante... despues de unos cuantos bocadillos, de unos cuantos cafés y de unos cuantos vómitos por fin llegamos a casa sanos y salvos... ¡Que gusto regresar a casa!